Expertos de la ciudad de Colorado, en Estados Unidos, confirmaron que este año la pérdida de manto helado se ha acelerado. Calculan que en los veranos de los próximos cinco a diez años no habrá formación helada en la región. En los últimos treinta años la cubierta de hielo pasó de cubrir 7,8 millones de kilómetros cuadrados, a 4,2 millones.
En menos de una década, el paisaje del estío en el Ártico cambiará su fisonomía al desaparecer la cubierta de hielo que lo cubre, según afirmaron científicos del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo (NSIDC, por su sigla en inglés), ubicado en Colorado, Estados Unidos.
Este año, la pérdida de hielo va en camino de un nuevo récord, y pese a que al término del invierno había más hielo que en años anteriores, también se registró un aceleramiento en el desgaste de la cubierta, destacó el diario digital chileno, El Mostrador.
Basados en los datos obtenidos durante diez años de estudio del manto helado en el Ártico y en la Antártida, los científicos de ese centro realizaron proyecciones a futuro en donde observaron que si las pautas actuales del cambio climático continúan, el Ártico podría perder todo el hielo durante el verano dentro de cinco a diez años.
En varios veranos del hemisferio norte, la mayor parte de la pérdida de hielo en el Ártico ha ocurrido en la mitad de ese océano, entre el norte de Canadá, Alaska (EE.UU.) y Siberia (Rusia), mientras que la región al nordeste de Groenlandia y Escandinavia ha conservado el manto helado.
En el verano de 1980, el manto helado sobre el Ártico cubrió 7,8 millones de kilómetros cuadrados, mientras que el año pasado esa cubierta se estrechó a 4,2 millones de kilómetros cuadrados.
"En la Antártida, en cambio, ha habido un leve incremento de la cubierta de hielo sobre los mares que rodean al continente. Esto puede deberse, también, al impacto de la circulación atmosférica", destacaron los científicos.
La pérdida de la cubierta de hielo por el calentamiento global, a su vez, acelera el aumento de la temperatura de los mares y la atmósfera, explican los científicos. El hielo aumenta la reflectividad de la superficie a los rayos del Sol, y si se derrite el agua oceánica absorbe más energía solar y se calienta más rápido.
fuente: TELAM